Apple puede abandonar Intel para sus Mac

No es nada nuevo que Apple está trabajando en encontrar una alternativa a los actuales procesadores de Intel que dan vida a sus Mac a favor de CPUs ARM diseñadas específicamente para sus portátiles. De hecho, algunos grandes medios del sector de Apple aseguran que la pregunta no es si esto sucederá, sino cuando, porque dan por hecho que se va a producir. En principio parece que tardará un poco, si bien se baraja que puede ser a partir de 2020 cuando se produzca el gran salto. Sin embargo, ¿qué ha sucedido hoy para que la noticia vuelva a copar las portadas de los medios tecnológicos del mundo? Básicamente que ARM acaba de decir que sus próximas CPU pueden mejorar el rendimiento de las actuales de Intel.

ARM ha presentado en las pasadas horas la que vendría a ser su hoja de ruta para futuros procesadores con la promesa de aumentar el rendimiento en más de un 15% cada año entre este preciso momento y 2020. La compañía dice que esta trayectoria “superará la ley de Moore” que sentencia que la cantidad de transistores en un chip denso se duplica cada dos año. Pero no solo eso, porque también creen que su gráfica integrada superará a las de Intel para el año 2020.

Claro que estos cálculos de ARM no incluyen comparaciones algunas con la octava generación de los procesadores Intel Core que aumentan considerablemente el número de núcleos de los procesadores y así pueden cerrar la diferencia de rendimiento actual. Cabe destacar que ARM no fabrica y vende sus procesadores directamente a compañías como Apple, sino que los diseña y vende las licencias para su producción y distribución. Por ejemplo, para el iPhone y el iPad, Apple diseña sus propios chips basados en tecnología de ARM y así puede aprovechar al máximo todo el potencial que esconden en sus circuitos.

Las dificultades a las que se enfrenta el Mac para abandonar Intel en favor de la tecnología de ARM

Para la compañía los problemas de abandonar los procesadores de Intel son tres bastantes claros. El primero de ellos la compatibilidad con el software, el segundo la compatibilidad con el sistema operativo de Microsoft, el famoso Windows, que es fácilmente instalable ahora a través de Bootcamp y, por último, la potencia y la autonomía. Sea como fuere, en unos años saldremos de dudas.